Aquí tienes cinco formas de congelar el calabacín para que puedas disfrutar de la cosecha hasta bien entrado el invierno.

Si cultivas calabacines en tu huerto, comprenderás lo prolíficos que pueden llegar a ser. Es fácil pasar de la nada a cestas llenas de calabacines en cuestión de pocos días.

Por suerte, hay muchas formas de utilizar el calabacín y tienes opciones de conservar la cosecha para disfrutarla mucho después de que el huerto haya terminado por esta temporada. A continuación te mostramos cinco formas de congelar el calabacín.

Consejos para congelar calabacines

Cuando seleccione calabacines para congelar en rodajas, fideos o mitades, elija calabacines jóvenes, firmes y delgados, de unos 3,5 cm de diámetro y 20 cm de longitud. Los calabacines deben tener un color brillante y no presentar manchas, puntos blandos ni piel arrugada.

A medida que el calabacín crece, se vuelve más duro y desarrolla más semillas. Los calabacines grandes se conservan mejor triturados o en puré. Retire las semillas y las zonas esponjosas con la punta de una cuchara.

Lo ideal es cosecharlos justo antes de congelarlos para obtener la mejor calidad, o hasta tres días después. Guarde los calabacines sin lavar en el cajón frigorífico. Lave bien los calabacines en agua corriente fría antes de prepararlos para el congelador.

¿Hay que escaldar los calabacines antes de congelarlos?

El escaldado es el proceso de cocer parcialmente las verduras en agua hirviendo durante un breve periodo de tiempo para frenar las enzimas que provocan la pérdida de sabor, color y textura. El proceso de escaldado también elimina las bacterias que pueda haber en la superficie.

Los calabacines escaldados, envasados y congelados correctamente mantendrán su alta calidad durante aproximadamente 10 meses. Para obtener la mejor calidad, escaldar primero los trozos de calabacín (rodajas, trozos y mitades) antes de congelarlos.

Sin embargo, si tienes poco tiempo y necesitas conservar calabacín en el congelador rápidamente, puedes saltarte el escaldado, pero asegúrate de consumirlo antes de 2 meses y ten en cuenta que puede ablandarse o ponerse blando durante el proceso de congelación.

No suelo escaldar el calabacín rallado ni el fideos porque la pérdida de calidad no importa al añadir el calabacín descongelado a los productos horneados. A veces incluso me salto el escaldado del calabacín cortado en dados y en rodajas.

Cómo conservar calabacines congelados

Congelar calabacines es la forma más fácil de conservar una cosecha abundante y utiliza un equipo común que probablemente tenga en su cocina.

Equipo necesario para congelar calabacines:

  • Olla grande de agua
  • Recipiente grande con agua helada
  • Rallador de caja (para rallar el calabacín)
  • Procesador de alimentos (para rallar mucho calabacín o hacer puré)
  • Espiralizador de verduras (si va a congelar fideos de calabacín)
  • Cuchillo
  • Tabla de cortar
  • Hojas para hornear
  • Papel de pergamino
  • Bolsas de congelación con cremallera
  • Taza medidora (para medir el calabacín rallado)

Cómo congelar rodajas de calabacín

Las rodajas de calabacín resultan muy útiles para salteados, sopas, salteados y guisos. Conserva las rodajas de calabacín congeladas hasta el momento de utilizarlas y simplemente mételas.

Los calabacines grandes no funcionan bien con este método de congelación. La piel se vuelve gomosa y el Considere la posibilidad de rallar calabacines más grandes en su lugar.

Paso 1: Prepare su equipo de escaldado

Pon una olla grande con agua a hervir a fuego fuerte. Mientras la olla se calienta, llena un bol grande con agua fría y hielo.

Paso 2: Preparar los calabacines

Utilice calabacines recién cosechados, de tamaño pequeño a mediano, sin manchas ni partes blandas. Lávelos bien para eliminar cualquier residuo y tierra. Recorte los extremos. No es necesario pelar los calabacines, pero si decide hacerlo, utilice un pelador de verduras para retirar la piel.

Piensa en cómo utilizas el calabacín y córtalo en consecuencia. Puedes cortarlo en rodajas gruesas, trozos o dados.

Paso 3: Escaldar los calabacines

Deje caer los trozos de calabacín en el agua hirviendo y hiérvalos durante 3 minutos. Saque los calabacines y sumérjalos en el recipiente con agua helada para que se enfríen durante unos 10 minutos.

Una vez fríos los trozos de calabacín, sácalos del agua helada y sécalos bien con un paño de cocina limpio.

Paso 4: Congelar los trozos de calabacín en bandejas para hornear

Precongelar los trozos de calabacín antes de meterlos en una bolsa de congelación ayudará a evitar que el calabacín se pegue y te permitirá coger un puñado cuando lo necesites.

Coloque el papel de pergamino en la bandeja para hornear para evitar que el calabacín se pegue a la bandeja. Extienda los trozos de calabacín de forma que no se toquen. Coloque las bandejas para hornear en el congelador hasta que el calabacín esté sólido.

Paso 5: Envasar los trozos de calabacín congelados en bolsas de congelación.

Introduzca los calabacines congelados en bolsas de congelación, elimine el aire aspirando con una pajita y cierre la bolsa. Etiquete y feche y guarde los calabacines congelados en el congelador hasta que vaya a utilizarlos. Consúmalos en un plazo de 8-10 meses.

Cómo congelar calabacín rallado

El calabacín rallado descongelado se puede utilizar para hacer frittatas, quiche y productos horneados como pan de calabacín y magdalenas.

Paso 1: Preparar los calabacines

Elija calabacines frescos pequeños, medianos o grandes. Lave bien los calabacines bajo el grifo para eliminar cualquier residuo y tierra.

Recorte los extremos y corte los calabacines grandes en trozos manejables. Si las semillas son grandes, sáquelas con una cuchara. Si hay zonas esponjosas en el centro, sáquelas también con una cuchara.

Paso 2: Triturar el calabacín

Utilizar un rallador de caja o un robot de cocina con cuchilla para rallar y triturar el calabacín.

Paso 3: Introducir el calabacín rallado en bolsas de congelación

Llena las bolsas de congelación con el calabacín rallado. El calabacín rallado se pegará, así que dosifícalo y envásalo de la forma en que lo vayas a utilizar.

A mí me gusta medirlo en incrementos de 2 tazas porque esa es la cantidad que necesitan mis recetas favoritas de pan de calabacín y magdalenas. Quita todo el aire que puedas de la bolsa, etiquétala y congélala plana para conservarla fácilmente. Consúmela en un plazo de 8-10 meses.

Conserve el líquido si va a utilizar el calabacín rallado en productos horneados, pero escúrralo si va a preparar frittatas o quiche.

Cómo congelar fideos de calabacín

Los fideos de calabacín congelados son un complemento estupendo para sopas, salteados y como sustituto de la pasta con tu salsa favorita.

Paso 1: Preparar los calabacines

Elija calabacines frescos pequeños, medianos o grandes. Lave bien los calabacines bajo el grifo para eliminar cualquier residuo y tierra.

Recorte los extremos y corte los calabacines grandes en trozos manejables. Si las semillas son grandes, sáquelas con una cuchara. Si hay zonas esponjosas en el centro, sáquelas también con una cuchara.

Paso 2: Cortar el calabacín en espiral hasta obtener fideos

Utiliza un espiralizador de verduras y convierte el calabacín en fideos. Si no tienes espiralizador, utiliza un pelador de verduras y un cuchillo. Desliza el pelador por la longitud del calabacín para hacer tiras largas. Corta las tiras en forma de fideos.

Paso 3: Secar los fideos

Extiende los fideos de calabacín sobre un paño de cocina limpio y sécalos suavemente para eliminar la humedad sobrante.

Paso 4: Envasar los fideos de calabacín en bolsas de congelación

Llena las bolsas de congelación con los fideos de calabacín.

Elimine todo el aire que pueda de la bolsa, etiquétela y congélela plana para conservarla fácilmente. Consúmala en un plazo de 3 a 5 meses. Utilícela congelada y cocínela brevemente, sólo un minuto aproximadamente.

Cómo congelar mitades de calabacín

Las mitades de calabacín escaldadas y congeladas están listas para rellenarlas con su relleno favorito y hornearlas. También puede cortarlas en trozos más pequeños mientras están congeladas y añadirlas a sus recetas favoritas.

Paso 1: Prepare su equipo de escaldado

Pon una olla grande con agua a hervir a fuego fuerte. Mientras la olla se calienta, llena un bol grande con agua fría y hielo.

Paso 2: Preparar los calabacines

Utilice calabacines recién cosechados, de tamaño pequeño o mediano, sin manchas ni partes blandas. Lávelos bien para eliminar cualquier residuo o tierra y recorte los extremos.

Cortar el calabacín por la mitad y sacar las semillas para hacer una cavidad para el relleno.

Paso 3: Escaldar los calabacines

Introduce las mitades de calabacín en el agua hirviendo y cuécelas durante 3 minutos. Saca los calabacines y sumérgelos en el bol con agua helada para que se enfríen durante unos 10 minutos.

Una vez fríos los trozos de calabacín, sácalos del agua helada y sécalos bien con un paño de cocina limpio.

Paso 4: Congelar las mitades de calabacín en bandejas de horno.

Precongelar las mitades de calabacín antes de meterlas en una bolsa de congelación ayudará a evitar que el calabacín se pegue.

Coloque el papel de pergamino en la bandeja para hornear para evitar que el calabacín se pegue a la bandeja. Extienda las mitades de calabacín para que no se toquen. Coloque las bandejas para hornear en el congelador hasta que el calabacín esté sólido.

Paso 5: Envasar las mitades de calabacín congeladas en bolsas de congelación.

Introduce los calabacines congelados en bolsas de congelación, elimina el aire aspirando con una pajita y cierra la bolsa. Etiqueta y fecha y guarda los calabacines congelados en el congelador hasta que vayas a utilizarlos. Consúmelos en un plazo de 3 a 5 meses.

Descongele las mitades de calabacín en el frigorífico, escurra el líquido, rellénelas con su relleno favorito y hornéelas.

Cómo congelar el puré de calabacín

El puré de calabacín es muy práctico para tener en el congelador y añadirlo a batidos, sopas, salsas y productos horneados. Puede utilizar el puré de calabacín en cualquier receta horneada que requiera calabacín rallado.

Paso 1: Calentar el agua

Poner una olla grande con agua a hervir a fuego fuerte.

Paso 2: Preparar los calabacines

Utilice calabacines recién cosechados, de tamaño pequeño, mediano o grande. Lávelos bien para eliminar los residuos y la tierra. Recorte los extremos. Si el calabacín es grande, quítele las semillas y el centro esponjoso. Córtelo en trozos uniformes.

Paso 3: Cocer los calabacines

Añadir el calabacín cortado en rodajas a la olla hirviendo y cocer hasta que esté tierno, unos 5 minutos.

Paso 4: Hacer un puré con el calabacín cocido

Escurra el calabacín cocido y colóquelo en el bol de un robot de cocina, una batidora o vuelva a colocarlo en la olla y utilice una batidora de mano. Procese el calabacín hasta que quede suave.

Paso 5: Introducir el calabacín rallado en bolsas de congelación.

Rellene las bolsas de congelación con el calabacín. A mí me gusta medirlo en incrementos de 2 tazas. Quite todo el aire que pueda de la bolsa, etiquétela y congélela plana para guardarla fácilmente. Utilícela en un plazo de 8 a 10 meses. Descongélela antes de usarla.

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Cómo congelar rodajas de calabacín y calabaza de verano

Congelar calabacines es la forma más fácil de conservar una cosecha abundante y utiliza utensilios comunes que probablemente tenga en su cocina. Curso Ingredientes para la despensa Cocina Americana Palabra clave congelar calabacines Tiempo de preparación 12 minutos minutos Tiempo de cocción 3 minutos porciones 8 porciones Calorías 9 kcal Autor Cultive una buena vida

Ingredientes

  • 4 libras de calabacines
  • 4 libras de calabaza de verano
  • 2 galones de agua
  • 4 bandejas de cubitos de hielo

Instrucciones

  • Lavar bien la calabaza bajo el grifo, recortar los extremos y cortarla en rodajas, trozos o dados.
  • Llene una olla grande con medio litro de agua, póngala al fuego y llévela a ebullición a fuego fuerte. Mientras la olla se calienta, llene un bol grande con el agua restante y cubitos de hielo.
  • Cuando el agua empiece a hervir, echa los trozos de calabacín y calabaza en el agua hirviendo y cuécelos de 1 a 3 minutos.
  • Sacar la calabaza y sumergirla en el bol de agua helada para que se enfríe durante unos 5 a 10 minutos.
  • Una vez fríos, escurrirlos y dejarlos secar al aire sobre un paño de cocina limpio.
  • Precongele la calabaza colocando las rebanadas en una sola capa sobre una bandeja para hornear forrada con papel pergamino y congélelas hasta que se solidifiquen.
  • Añada el calabacín y la calabaza de verano congelados a bolsas de congelación, elimine el aire aspirando con una pajita y cierre la bolsa. Etiquétela, féchela y guárdela en el congelador hasta que vaya a utilizarla. Consúmala en un plazo de 8-10 meses para obtener la mejor calidad y sabor.

Nutrición

Ración: 0,5 tazas

Espero que estos consejos te ayuden a conservar rápidamente tu abundante cosecha de calabacines. Puedes utilizar calabacines congelados igual que utilizarías calabacines frescos para la mayoría de las recetas cocinadas.

Créeme, cuando acabe el verano y se termine el huerto por esta temporada, agradecerás haber guardado algunos calabacines para más tarde.

Este artículo se publicó originalmente el 2 de septiembre de 2014 y se ha actualizado con información y fotos adicionales.

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