¿Quieres disfrutar de las fresas en invierno? A la mayoría de los que nos gustan las fresas las disfrutamos en temporada, pero ¿por qué no congelarlas para disfrutarlas todo el año? Aprende a congelar fresas enteras, en rodajas y en puré.

Las fresas, con su vibrante color rojo y su sabor dulce y jugoso, son un verdadero símbolo del comienzo del verano. Tanto si acabas de volver de una divertida aventura recolectando fresas en una granja local como si tienes una abundante cosecha en tu propio jardín, congelar fresas es una forma excelente de disfrutar de su deliciosa calidad mucho después de que haya terminado la temporada.

En este artículo, exploraremos varios métodos para congelar fresas, cómo utilizar fresas congeladas en varias recetas e instrucciones paso a paso para garantizar que sus fresas congeladas conserven el sabor y la textura.

Seleccionar las fresas perfectas

Cuando se trata de congelar fresas, la calidad de las bayas que elija desempeña un papel importante en el resultado final. A continuación le ofrecemos consejos para seleccionar las fresas perfectas para congelar:

  • Maduro y fresco: Busque fresas completamente maduras, ya que tendrán el mejor sabor y dulzor. Las fresas maduras tendrán un color rojo vibrante, sin rastros de manchas verdes o blancas. También deben tener un aspecto brillante, lo que indica su frescura.
  • Regordeta y firme: A la hora de seleccionar las fresas para congelar, lo mejor es elegir las que estén gorditas y firmes. Las fresas blandas o blandas no se congelan bien y podrían afectar al sabor.
  • Evite el moho y los hematomas Las fresas mohosas o dañadas deben desecharse, ya que pueden afectar negativamente a la calidad de las fresas congeladas y provocar su deterioro.
  • Cultivado localmente: Si es posible, opte por fresas cultivadas en la zona. Las fresas de origen local son más frescas y sabrosas que las transportadas largas distancias. Visite los mercados de agricultores locales o las granjas U-pick para encontrar fresas recién recolectadas para congelar.

Si selecciona las fresas más maduras, frescas y de mayor calidad, se asegurará de que las fresas congeladas conserven su sabor, textura y calidad general. Recuerde que la calidad de las fresas en el momento de la congelación influirá directamente en el sabor y el disfrute posterior de sus delicias de fresas congeladas.

Preparación de las fresas para la congelación

Preparar adecuadamente las fresas antes de congelarlas ayudará a que se congelen bien y mantengan su calidad y sabor.

Lavar las fresas

Enjuague bien las fresas bajo un chorro de agua fría para eliminar la suciedad, los residuos o los pesticidas que puedan estar presentes en la superficie. Frote suavemente las fresas con los dedos para asegurarse de que todas las zonas están bien limpias.

Una vez enjuagadas, extienda las fresas sobre un paño de cocina limpio. Déjelas secar al aire, o séquelas suavemente con toallas. Eliminar el exceso de humedad ayuda a evitar que se formen cristales de hielo durante el proceso de congelación, que pueden afectar a la textura y la calidad de las fresas.

Retirar los cascos

El descascarillado consiste en eliminar los capuchones verdes y los pedúnculos duros de las fresas, para lo que se pueden utilizar dos métodos:

  • Cuchillo para pelar: Sujete firmemente la fresa e introduzca la punta de un cuchillo de pelar en un ligero ángulo justo debajo del tallo. Gire con cuidado el cuchillo alrededor del tallo, siguiendo la curva natural de la fresa, hasta que salte el capuchón.
  • Descorazonador de fresas: Como alternativa, puede utilizar un descorazonador de fresas, una pequeña herramienta diseñada específicamente para eliminar el pedúnculo y la cáscara. Introduzca el descorazonador en la fresa, gírelo suavemente y, a continuación, tire de ella, llevándose consigo el pedúnculo y la cáscara.

Si sigue estos pasos para lavar, secar y descascarar las fresas antes de congelarlas, se asegurará de que estén limpias, sin exceso de humedad y listas para el proceso de congelación.

Formas de congelar fresas

Una vez descascaradas las fresas, tienes varias opciones para congelarlas. Piensa en el uso que darás a tus fresas congeladas y congélalas en consecuencia. Tu yo del futuro te lo agradecerá.

Las fresas enteras congeladas son las más versátiles y pueden cortarse en rodajas o hacerse puré según se necesite para las recetas, mientras que las fresas en rodajas son ideales para utilizar en productos horneados, mermeladas o salsas. Tener puré de fresas en el congelador hace que sea fácil meterlo en una licuadora y combinarlo con tus frutas favoritas, yogur o leche para obtener un refrescante batido.

Las fresas congeladas conservadas adecuadamente pueden mantener su calidad hasta 8 o 12 meses en el congelador. A continuación se indican los pasos a seguir para cada método:

Congelar fresas enteras

Congelar fresas enteras es un método sencillo y cómodo, sobre todo si quieres coger unas cuantas bayas para utilizarlas como aderezo o disfrutarlas como tentempié.

  1. Coloque las fresas enteras lavadas y descorazonadas en una sola capa sobre una bandeja para hornear forrada con papel pergamino, asegurándose de que no se tocan entre sí.
  2. A continuación, coloque la bandeja en el congelador y deje que se congelen durante unas 2 o 3 horas o hasta que estén firmes. Este método de congelación rápida ayuda a evitar que las fresas se peguen entre sí, lo que le permite coger fácilmente las fresas congeladas que necesite.
  3. Una vez que las fresas estén congeladas y firmes, pásalas a recipientes o bolsas de congelación herméticos. Saca todo el aire que puedas y ciérralos. Etiqueta los recipientes con la fecha y el contenido para futuras consultas.

Congelación de fresas en rodajas

Si va a utilizar las fresas en productos horneados, mermeladas o salsas, cortarlas en rodajas antes de congelarlas es una buena opción.

  1. Cortar las fresas en rodajas del grosor deseado.
  2. Utiliza tazas medidoras para medir la cantidad de fresas preparadas para tus recetas. A mí me gusta congelar en medidas de 1 taza.
  3. También puede congelar las fresas en rodajas como se describe en la sección de congelación de fresas enteras. De este modo, no se pegarán entre sí y podrá medir lo que necesita para una receta mientras están congeladas.
  4. A continuación, pasa las fresas troceadas a recipientes o bolsas de congelación herméticos y etiquétalos con la fecha y la cantidad.
  5. Coloque los recipientes en el congelador y congélelos hasta que se solidifiquen.

Congelar puré de fresas

Otra opción es hacer un puré con las fresas antes de congelarlas.

  1. Ponga las fresas peladas en una batidora o robot de cocina y tritúrelas hasta obtener un puré homogéneo. Si lo desea, puede endulzar el puré con azúcar u otros edulcorantes.
  2. Cuando tengas un puré homogéneo, pásalo a cubiteras o recipientes herméticos aptos para el congelador, dejando un poco de espacio en la parte superior para permitir la expansión durante la congelación.
  3. Etiquete los envases con la fecha y el contenido.
  4. Coloque los recipientes en el congelador y congélelos hasta que se solidifiquen.
  5. Saca los cubitos congelados y guárdalos en una bolsa de congelación.

Formas de utilizar las fresas congeladas sin descongelarlas

Hay varias formas de utilizar las fresas congeladas sin descongelarlas antes. Aquí tienes algunas ideas:

  • Productos horneados: Las fresas congeladas pueden añadirse directamente a las masas de productos horneados, como panes rápidos, magdalenas de fresa y galletas. Dejarlas congeladas puede ayudar a evitar que se pongan blandas y pierdan la forma durante el horneado. Incorpore las fresas congeladas a la mezcla de relleno y, a medida que los productos horneados se cocinen, las fresas liberarán sus jugos y crearán un delicioso sabor afrutado.
  • Batidos: Las fresas congeladas son perfectas para preparar batidos refrescantes y cremosos. Sólo tienes que licuar las fresas congeladas con el líquido que prefieras (como leche, yogur o zumo) y otros ingredientes deseados, como plátanos, espinacas o proteínas en polvo. Las fresas congeladas contribuirán a crear una textura espesa y helada, creando un batido delicioso y nutritivo.
  • Congelados: Las fresas congeladas se pueden utilizar para hacer varios postres congelados sin descongelar. Puede mezclarlas con un edulcorante de su elección (como miel o jarabe de arce) y congelar la mezcla en moldes de polos para hacer polos de fresa caseros. Alternativamente, puede combinar fresas congeladas con un poco de azúcar y mezclarlas hasta obtener una consistencia similar a la de un sorbete para un postre congelado rápido y fácil.
  • Salsas y siropes: Las fresas congeladas pueden transformarse en sabrosas salsas y siropes para rociar sobre tortitas, gofres, helados o postres. Basta con calentar las fresas congeladas en un cazo con un poco de azúcar o edulcorante y cocerlas hasta que se deshagan y suelten su jugo. Puede licuar la mezcla para obtener una textura más suave o dejarla en trozos para obtener una salsa más rústica.

Descongelar fresas congeladas

Las fresas descongeladas pueden utilizarse en diversas recetas que no requieran que las fresas mantengan su forma, como batidos, salsas o productos horneados. Las fresas descongeladas también pueden disfrutarse tal cual, como topping o mezcladas con yogur o cereales.

Como el proceso de congelación rompe las paredes celulares, las fresas descongeladas tendrán una textura ligeramente más blanda que las fresas frescas.

A pesar de los cambios de textura, el sabor de las fresas descongeladas suele conservarse bien. El dulzor y el sabor de las bayas permanecen intactos, lo que permite disfrutar del familiar y delicioso sabor a fresa.

He aquí dos métodos comunes para descongelar fresas congeladas:

Descongelación del frigorífico

Descongelar las fresas en el frigorífico requiere un poco de planificación, pero es el mejor método para descongelar fresas congeladas porque daña menos la fruta ya blanda. Sigue estos pasos:

  1. Saque del congelador la cantidad deseada de fresas congeladas. Mida las fresas mientras están congeladas para obtener una medida exacta para su receta.
  2. Coloca las fresas congeladas en un recipiente o cuenco para recoger cualquier líquido. Tápalas para que no absorban olores de otros alimentos del frigorífico.
  3. Coloque el recipiente en el frigorífico y deje que las fresas se descongelen lentamente. Este proceso suele durar entre unas horas y toda la noche, dependiendo de la cantidad y el tamaño de las fresas.
  4. Utiliza las fresas descongeladas de inmediato.

Descongelación rápida

Si necesitas utilizar las fresas inmediatamente y no puedes permitirte el lujo de esperar a que se descongelen en el frigorífico, puedes optar por un método de descongelación rápida. Sigue estos pasos:

  1. Coloque la cantidad deseada de fresas congeladas en una bolsa de plástico cerrada, asegurándose de que esté bien sellada para evitar que entre agua.
  2. Llene un bol grande con agua fría y sumerja la bolsa de fresas sellada en el agua.
  3. Deje la bolsa en el agua durante unos 30 minutos, agitándola de vez en cuando o masajeándola suavemente para ayudar a distribuir la temperatura uniformemente.
  4. Pasados 30 minutos, comprueba las fresas. Si aún están ligeramente congeladas, puedes seguir remojándolas un poco más hasta que se descongelen del todo.
  5. Una vez descongeladas, sáquelas de la bolsa y utilícelas inmediatamente. Evite volver a congelar las fresas previamente descongeladas.

Es importante tener en cuenta que la descongelación rápida es un método cómodo, pero puede dar lugar a fresas ligeramente más blandas en comparación con la descongelación en el frigorífico. Por lo tanto, es mejor utilizar fresas descongeladas rápidamente en recetas en las que su textura no afecte significativamente al resultado final.

Formas de utilizar las fresas descongeladas

Las fresas descongeladas son un ingrediente versátil que se puede utilizar de muchas maneras deliciosas, ofreciendo una explosión de sabor afrutado y color vibrante a sus recetas.

Tanto si ha descongelado fresas enteras como si las ha cortado en rodajas o las ha convertido en puré, existen numerosas posibilidades que explorar. A continuación, profundizaremos en algunas ideas inspiradoras sobre cómo aprovechar al máximo sus fresas congeladas, liberando todo su potencial en diversos platos y delicias.

Utilizar fresas enteras descongeladas

  • Aderezos: Utilice las fresas enteras descongeladas como cobertura para yogur, avena, tortitas, gofres o helado. La textura blanda y la jugosidad de las fresas las convierten en un complemento delicioso.
  • Potenciador de ensaladas: Añada fresas enteras descongeladas a ensaladas verdes frescas o macedonias de frutas para darles un toque de sabor y jugosidad.
  • Agua infusionada o limonada: Eche unas cuantas fresas enteras descongeladas en una jarra de agua o limonada para infusionarla con un sutil sabor y un toque de dulzor.
  • Merienda: Endulza con un poco de azúcar o miel, y disfruta de las fresas enteras descongeladas como un tentempié refrescante y saludable por sí solas.

Utilizar fresas descongeladas en rodajas

  • Productos horneados: Incorpore las fresas descongeladas en rodajas a recetas como magdalenas, pasteles, tartas o tartaletas. La textura más blanda de las fresas se adapta bien a los productos horneados, añadiendo humedad y sabor afrutado.
  • Aderezo para ensaladas con vinagreta de fresas: Este aliño casero añade un toque de sabor afrutado y un vibrante tono rosado a sus ensaladas. Combina bien con una variedad de verduras, como espinacas, rúcula o verduras mixtas.
  • Salsas y compotas: Cueza las fresas con azúcar para crear una deliciosa salsa o compota. Utilícela como cobertura de tartas de fresas, helados o como relleno de pasteles.
  • Mermelada de fresa: Cocínela con azúcar, zumo de limón y pectina para hacer mermelada casera de fresa. Úntela en tostadas o galletas, o utilícela en diversos dulces. Siga esta receta: Mermelada de fresa baja en azúcar.
  • Cócteles y cócteles simulados: Triture las fresas descongeladas en rodajas para liberar su jugo e incorpórelas a cócteles, mocktails o bebidas afrutadas para darles más sabor y color.

Utilizar puré de fresas descongelado

  • Smoothies y batidos de proteínas: Utilice el puré de fresas como base para batidos de proteínas o smoothies. Mézclelo con yogur, leche o los ingredientes que prefiera para obtener una bebida refrescante y afrutada.
  • Salsas para postres: El puré de fresas descongelado puede utilizarse como salsa para postres como tartas de queso, helados o panna cotta. Rocíelo sobre los postres para obtener una explosión de sabor a fresa.
  • Congelados: Incorpore el puré de fresa descongelado a helados, sorbetes o polos caseros para obtener un exquisito sabor a fresa.
  • Rellenos de fruta: Utilice el puré de fresas descongelado como relleno de tartas, pasteles o crepes. Aporta un sabor vibrante y un toque de dulzor natural.

Estas son sólo algunas ideas para inspirarte a utilizar las fresas descongeladas de diversas maneras. Sé creativo y experimenta con estas sugerencias para disfrutar de lo deliciosas que son las fresas incluso después de congeladas y descongeladas.

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Cómo congelar fresas enteras, en rodajas o en puré

Descubra la forma perfecta de congelar fresas con esta sencilla receta. Tanto si quiere congelarlas enteras, en rodajas o en puré, le ofrecemos los mejores métodos. Además, obtenga consejos de expertos sobre cómo descongelar fresas congeladas para todas sus deliciosas recetas. Curso Aperitivo Cocina Americana Palabra clave cómo congelar fresas Tiempo de preparación 15 minutos minutos Tiempo total 15 minutos minutos Raciones 6raciones Calorías 30 kcal Autor Cultivar una buena vida

Ingredientes

  • 1 libra de fresas frescas
  • azúcar opcional

Instrucciones

Prepare las fresas:

  • Lavar suavemente las fresas bajo un chorro de agua fría para eliminar cualquier resto de tierra o suciedad.
  • Seque las fresas dando golpecitos con un paño de cocina limpio o papel de cocina.
  • Retire los capuchones verdes pelando las fresas, para lo que puede utilizar un cuchillo de pelar o un descorazonador de fresas.

Congelación de fresas enteras:

  • Coloque las fresas peladas en las bandejas forradas con papel pergamino. Asegúrese de que las fresas están espaciadas uniformemente y no se tocan entre sí para evitar que se peguen.
  • Transfiera la bandeja al congelador y deje que las fresas se congelen por completo, normalmente entre 2 y 3 horas.
  • Una vez congeladas, transfiera las fresas a bolsas o recipientes herméticos para el congelador.
  • Etiqueta las bolsas o los recipientes con la fecha y el contenido, y luego vuelve a guardarlos en el congelador.

Congelación de fresas en rodajas:

  • Cortar las fresas descorazonadas en rodajas del grosor deseado y espolvorearlas con azúcar si se desea.
  • Utilice tazas medidoras para medir la cantidad de fresas preparadas para sus recetas.
  • Pasar las fresas a bolsas o recipientes herméticos para el congelador, dejando espacio para que se expandan.
  • Acuérdate de etiquetar las bolsas o los recipientes con la fecha, el contenido y la cantidad, y luego mételos en el congelador.

Congelar puré de fresas:

  • Ponga las fresas peladas en una batidora o robot de cocina. Añada azúcar para endulzar si lo desea.
  • Triturar las fresas hasta obtener un puré homogéneo.
  • Vierta el puré de fresas en cubiteras o recipientes aptos para el congelador, dejando un poco de espacio en la parte superior para permitir la expansión durante la congelación.
  • Cierre bien los envases y etiquételos con la fecha y el contenido.
  • Coloque los recipientes en el congelador y congélelos hasta que se solidifiquen.
  • Las fresas congeladas correctamente conservadas pueden mantener su calidad hasta 8 o 12 meses en el congelador.

Descongelar fresas congeladas:

  • Descongelación en el frigorífico: Transfiera la cantidad deseada del congelador al frigorífico para descongelar las fresas congeladas. Deje que las fresas se descongelen lentamente durante unas horas o toda la noche.
  • Descongelación rápida: Sumerja la bolsa en un recipiente con agua fría durante unos 30 minutos. Una vez descongeladas, saque las fresas de la bolsa y séquelas a golpecitos antes de utilizarlas.

Nutrición

Ración: 0,5 tazas

Congelar fresas es una forma práctica de conservar su frescura y sabor durante todo el año. Tanto si las congelas enteras como si las cortas en rodajas o las conviertes en puré, existen infinitas posibilidades para utilizar fresas congeladas en tus recetas.

Desde cubrir yogures y ensaladas con fresas enteras hasta incorporar fresas troceadas a productos horneados y salsas, o utilizar puré de fresas en batidos y salsas para postres, las fresas congeladas añaden un toque afrutado a sus platos.

Aprovecha la versatilidad de las fresas congeladas y experimenta con estas ideas para disfrutar de su delicioso sabor y vibrante color durante todo el año. Así que adelante, congela esas deliciosas fresas y ¡descubre un mundo de deliciosas posibilidades!